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@la_igualdad_etc. Habia una vez una historia de una pequeña niña llamada Anastasia, como anastasia era una persona normal le enseñaron a hablar y escribir bien en el colegio y asi siguió toda su vida porque las normas de ortografia se inventaron para entenderse los unos a los otros, no para esclavizar o dominar a ningun sector de la sociedad.
#2 #2 la_igualdad_comienza_por_el_lenguaje__usad_la_x dijo: Érase una vez una niña llamada Anastasia. Anastasia creció en una sociedad que intentaba aparentar ser inclusiva, pero en realidad era machista y exclusiva, y eso se notaba en el lenguaje. Subconscientemente, pequeños hábitos en el habla reforzaban esta fea actitud en la sociedad, y aunque ella no sabía la que se avecinaba, pronto empezaría a contribuir a la discriminación y exclusión de su propio sexo. Cuando Anastasia aprendió a hablar, la enseñaron que la partícula de género neutro coincidía con la de género masculino: era la O y la E, a diferencia de la A, usada para marcar el femenino (pero no el neutro). Sin siquiera darse cuenta, Anastasia empezó a reforzar mentalmente que el masculino era el género "normal", dominante y prioritario, y que lo femenino se evitaba dentro de lo posible, de hecho incluso era sucio. Anastasia se volvió machista sin darse cuenta, era una historia trágica a la que nadie le daba la importancia que merecía. Anastasia se hizo mayor y encontró que alguna gente había inventado una solución explícita y simple de solucionar el problema: remplazando la O u la E por una X, que se lee como "ao" (ambas partículas de género). Sin embargo, Anastasia no quería cambiar, simplemente por comodidad y falta de interés. Por culpa de gente vaga como Anastasia, el lenguaje castellano siguió siendo machista durante años. No obstante, no todo estaba perdido: nunca es tarde para empezar a usar la X. Usad la X, aunque se rían de vosotros, y hacedlo con la confianza de que estáis haciendo lo correcto y de que la sociedad se habrá acercado aunque solo sea un poquito más a ser REALMENTE IGUALITARIA USAD LA X érase una vez un niño rata llamado Anacleto, no tenía amigos y en su casa no lo quería nadie, Anacleto creció sin amor y vendiendo cartas Magic en el cole para poder comprarse revistas de play boy y explorar su sexualidad. De tanto ver a las chicas en play boy a Anacleto le entraron ganas de ser una chica y un buen día buscando fotos de abuelas culonas en internet casualmente dio con una comunidad llamada memondo. Anacleto decidió hacerse pasar por una mujer y escribir comentarios en todas las publicaciones de las webs diciendo que el lenguaje era machista y que había que usar la X. Nadie quería a Anacleto, en memondo todos le odiaban y nadie se tragara que fuera una mujer, Anacleto quería volver a jugar al Minecraft y olvidarse de memondo pero los otros usuarios de la web eran las únicas personas que le hablaban y aunq solo fuera para insultarlo, Anacleto necesitaba que alguien le dirigiera la palabra. Al final Anacleto creció, superó la pubertad y se arrepintió de todas las memeces que había escrito en memondo, lamentablemente la falta de cariño lo había vuelto loco y Anacleto paso el resto de sus días encerrado en un manicomio donde se dedicaba a escribir una y otra vez "usar la X es una gilipollez" intentando compensar todo el por culo que había dado en su juventud. Anacleto terminó sus días solo y alcoholizado arrepentido de haber pasado la mitad de su vida escribiendo como un subnormal. FIN.
Te suena?? Es tu vida.
Metele miedo. Dile que hay camaras de vigilancia y que la vas a denunciar
#2 #2 la_igualdad_comienza_por_el_lenguaje__usad_la_x dijo: Érase una vez una niña llamada Anastasia. Anastasia creció en una sociedad que intentaba aparentar ser inclusiva, pero en realidad era machista y exclusiva, y eso se notaba en el lenguaje. Subconscientemente, pequeños hábitos en el habla reforzaban esta fea actitud en la sociedad, y aunque ella no sabía la que se avecinaba, pronto empezaría a contribuir a la discriminación y exclusión de su propio sexo. Cuando Anastasia aprendió a hablar, la enseñaron que la partícula de género neutro coincidía con la de género masculino: era la O y la E, a diferencia de la A, usada para marcar el femenino (pero no el neutro). Sin siquiera darse cuenta, Anastasia empezó a reforzar mentalmente que el masculino era el género "normal", dominante y prioritario, y que lo femenino se evitaba dentro de lo posible, de hecho incluso era sucio. Anastasia se volvió machista sin darse cuenta, era una historia trágica a la que nadie le daba la importancia que merecía. Anastasia se hizo mayor y encontró que alguna gente había inventado una solución explícita y simple de solucionar el problema: remplazando la O u la E por una X, que se lee como "ao" (ambas partículas de género). Sin embargo, Anastasia no quería cambiar, simplemente por comodidad y falta de interés. Por culpa de gente vaga como Anastasia, el lenguaje castellano siguió siendo machista durante años. No obstante, no todo estaba perdido: nunca es tarde para empezar a usar la X. Usad la X, aunque se rían de vosotros, y hacedlo con la confianza de que estáis haciendo lo correcto y de que la sociedad se habrá acercado aunque solo sea un poquito más a ser REALMENTE IGUALITARIA USAD LA X @la_estupidez_comienza_por_usar_la_x ¿Qué tiene que ver tu "cuentito" con el ADV? ¿El que haya más vocales que "X"?
#6 #6 valiwiio dijo: Ladrón se considera un insulto? Es una duda seria.@valiwiio Si no eres un ladrón, si. Es algo malo. Yo al menos me lo tomaría como tal.
Ladrón se considera un insulto? Es una duda seria.
Si hubo testigos la anciana tiene todas las de perder.
Érase una vez una niña llamada Anastasia. Anastasia creció en una sociedad que intentaba aparentar ser inclusiva, pero en realidad era machista y exclusiva, y eso se notaba en el lenguaje. Subconscientemente, pequeños hábitos en el habla reforzaban esta fea actitud en la sociedad, y aunque ella no sabía la que se avecinaba, pronto empezaría a contribuir a la discriminación y exclusión de su propio sexo. Cuando Anastasia aprendió a hablar, la enseñaron que la partícula de género neutro coincidía con la de género masculino: era la O y la E, a diferencia de la A, usada para marcar el femenino (pero no el neutro). Sin siquiera darse cuenta, Anastasia empezó a reforzar mentalmente que el masculino era el género "normal", dominante y prioritario, y que lo femenino se evitaba dentro de lo posible, de hecho incluso era sucio. Anastasia se volvió machista sin darse cuenta, era una historia trágica a la que nadie le daba la importancia que merecía. Anastasia se hizo mayor y encontró que alguna gente había inventado una solución explícita y simple de solucionar el problema: remplazando la O u la E por una X, que se lee como "ao" (ambas partículas de género). Sin embargo, Anastasia no quería cambiar, simplemente por comodidad y falta de interés. Por culpa de gente vaga como Anastasia, el lenguaje castellano siguió siendo machista durante años. No obstante, no todo estaba perdido: nunca es tarde para empezar a usar la X. Usad la X, aunque se rían de vosotros, y hacedlo con la confianza de que estáis haciendo lo correcto y de que la sociedad se habrá acercado aunque solo sea un poquito más a ser REALMENTE IGUALITARIA USAD LA X
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