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A ver, después de un par de semanas, el impulso de comer sin sentido disminuye bastante; otra cosa, toda dieta sana tiene una comida completamente libre, que también hay que considerar el factor emocional y psicológico. Al menos que sea una dieta para un tratamiento específico, no tiene sentido restringirse del todo.
Nada peor que una dieta super restrictiva, si alguna vez te apetece uno cometelo y luego sigue comiendo saludable, así te disminuirán los antojos.
Si te lo tomas como si fueras una adicta volverás a "caer" seguro.
Te lo tienes que plantear como un cambio de hábitos.
Sobre todo HAZ DEPORTE. Y come guarrerias una vez a la semana, a ver, tampoco se trata de zamparte 3 pizzas como si estuvieras en una competición, pero por una hamburguesa, si antes has hecho deporte, no va a pasar nada.
No te tienes que obsesionar con las calorías, pero hazte a la idea que una hora de elíptica a ritmo fuerte quema unas 500 calorías, con eso ya tienes para una Big Mac.
La culpa de la obesidad es del capitalismo y de sus anuncios de deliciosos, crujientes, sabrosos, cremosos y exquisitos productos, que hacen que la sociedad caiga en la obesidad (y en la gordofobia).
En absoluto es culpa tuya y de tus decisiones relativas a la alimentación y el deporte.
Mientras tanto yo aqui por debajo de mi peso, llorona
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